Por Pablo Pellegrino
Federico Elaskar era en 2013 un financista que había lavado millones de dólares a cuenta y orden del empresario Lázaro Báez, aunque en el juicio oral por la causa denominada «Ruta del dinero K» apunta contra Jorge Lanata y Luis Barrionuevo. Máximo Kirchner y Nilda Garré fueron desde 2015 hasta esta semana titulares de millonarias cuentas en el extranjero que finalmente nunca existieron.
–¿Vos lo conocés al padre?
–¿De quién?
–De Elaskar.
–No, a Elaskar. Yo lo tuve cinco meses a Elaskar conmigo hasta que habló. Había que esperar de noviembre hasta abril para que el hombre hable cuando empezaba Lanata.
El diálogo distendido y entre risas que mantuvieron en la mesa del programa de Alejandro Fantino con el dirigente sindical Luis Barrionuevo cobró relevancia en las últimas horas por la explosiva declaración indagatoria de Federico Elaskar en el marco del juicio oral que se sigue contra el empresario Lázaro Báez y una veintena de imputados.
En aquella emisión del programa que conduce Alejandro Fantino (30 de mayo de 2016), Barrionuevo se sincera sobre aquel episodio al que Elaskar denominó frente al tribunal como «operación política» contra el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner orquestada conjuntamente por el dirigente sindical y la producción del programa de Jorge Lanata, que en 2013 difundieron una entrevista en la que el joven financista «confesaba» haber realizado operaciones ilegales para esconder dinero negro en paraísos fiscales.
«Brindo con agua, doctora», culmina Barrionuevo sonriendo a la cámara, en clara referencia a la expresidenta. Ahora, la defensa del financista exdueño de la empresa SGI, conocida como «La Rosadita», pidió que el material sea incorporado a la causa junto con otros elementos probatorios que darían cuenta de la maniobra televisiva.
«Quería cobrar, el pibe. Había dos maneras de cobrar: o que Lázaro le pagara o que hablara. Como yo no tenía confianza con Lázaro porque nunca hablé con él, nunca le hizo una propuesta. Cuando vino (Elaskar) me dijo: ‘¿Y?’. ‘Nada, dice que te van a matar’, le digo yo», manifestó en la entrevista Barrionuevo, que no hizo caso a la advertencia de su anfitrión: «Mirá que estás al aire, Luis».
«Para resguardar tu seguridad lo mejor es que esto sea público»
En la declaración ante el tribunal que sigue la causa contra Báez, Federico Elaskar sostuvo que todo su relato contenido en la entrevista televisiva de 2013 en el programa Periodismo Para Todos fue una manera de «cubrirse», porque le hicieron creer que Báez lo quería matar.
En aquella época, según su testimonio, Daniel Pérez Gadín y Gustavo Fernández, imputados también en la causa, le habían pagado la mitad del dinero por quedarse con el manejo de la financiera SGI en 2011, y lo amenazaban diciéndole que detrás de toda la operación estaba Báez. Sobre este punto, Elaskar cree ahora que eso era solo una amenaza de esas dos personas y que el empresario del sur no participó de la maniobra en la que él perdió empresa.
«Es una cagada para nosotros, pero no puedo obligarte a hacer nada si no lo sentís. Te insisto que es para resguardar tu seguridad y lo mejor es que esto sea público», le escribió el periodista Nicolás Wiñazki por aquellos días en los que Elaskar le pidió a la producción del programa que le mostraran cómo había quedado la edición del video, primero, y se había negado a que lo difundieran, después.
«Si yo dije en lo de Lanata: ‘Yo le hice a Báez 48 millones de sociedades y le saqué 55 millones para acá, para allá y para allá’. Y después los exhortos volvieron años más tarde, donde dicen que la famosa Teagan Inc. no la hice yo, y Fariña dijo lo mismo: ‘No la hice yo’. Se la olvidó en mi casa y ese era mi resguardo. ¿Por qué? Porque me estaban cagando», dijo el imputado sobre aquella entrevista.
En este sentido, disparó: «Sí, la usé [a la información de Teagan] y la usé para lastimar, porque Barrionuevo me dijo: ‘Pibe, te van a matar, hablé con Lázaro y me dijo que te van a matar’».
A pesar de esos dichos, en este punto el periodista Daniel Santoro escribió un artículo en el diario Clarín en el que sostiene que Elaskar cambió su coartada para victimizarse y «nada dijo de sus empresas y cuentas bancarias que tuvo en el exterior, ni tampoco cómo se creó Teagan en Panamá con la cual Martín Báez manejó una cuenta en Suiza».
«Cuando yo digo que House Of Cards es un poroto, es porque realmente lo es; acá son todas operaciones políticas», manifestó frente al tribunal, y completó: «Esto es jugar la desesperación de un chico de veinticinco años, con el miedo, con mentiras, y se ganó no sé cuántos millones de dólares Lanata y cuántos millones de premios, y volteó un gobierno».
En la declaración de más de dos horas, Elaskar mostró una fotografía en la que se lo ve a Barrionuevo ingresando a un hotel, que sería donde lo alojaron, y pidió que se incorpore ese teléfono a la causa para ser peritado y determinar la localización y la fecha en que fue tomada esa imagen para corroborar el dato, por un lado, y para que se tengan en cuenta sus chats con Nicolás Wiñazki, por el otro.
Cabe recordar que, desde la asunción de Cambiemos, la Oficina Anticorrupción y la Unidad de Información Financiera (ambas querellantes en cuanta causa que mencione a exfuncionarios haya) sostuvieron el pedido de que se incorpore a la investigación a Cristina Fernández de Kirchner. En una maniobra inusual y llamativa, los jueces Martín Irurzun y Mariano Llorens, con la disidencia de Leopoldo Bruglia, ordenaron al juez de instrucción, Sebastián Casanello, que llamara a indagatoria a la exmandataria.
Luego de cumplir con lo establecido por la Sala II de la Cámara Criminal y Correccional Federal, Casanello dictó la falta de mérito para continuar con el proceso de CFK.
La operación binacional sobre los millones de Garré y Kirchner
En el año de las elecciones presidenciales en que Mauricio Macri derrotó por un ajustado margen al candidato del Frente para la Victoria, Daniel Scioli, el diario Clarín había publicado un artículo, firmado por Daniel Santoro, que retomaba lo publicado por la revista brasileña Veja.
Según el periodista, que en su momento prometió pedir disculpas públicas si la información era errónea, Clarín había accedido a «dos fuentes bancarias y un documento» que comprobaban la existencia de cuentas secretas pertenecientes al actual diputado nacional Máximo Kirchner y la ex ministra de Defensa y de Seguridad durante los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner.
Aquel artículo del 31 de marzo de 2015 detallaba que Kirchner era cotitular de dos cuentas manejadas por Garré y anotadas en dos paraísos fiscales: una en el banco Felton de Delaware (EE.UU.) y otra en el Morval Bank & Trust Ltd. de las islas Caimán. Entre ambas, las operaciones registradas contabilizaban, según las dos fuentes y el supuesto documento que menciona Santoro, unos 80 millones de dólares.
En marzo de este año se conoció la respuesta al exhorto enviado por la Justicia argentina a Estados Unidos: ni Garré ni Kirchner habían tenido nunca una cuenta en ninguno de los mencionados paraísos fiscales. Esta semana, ocho meses después de conocida aquella información, el juez Martínez de Giorgi decidió sobreseer a ambos en la causa que llevaba casi tres años abierta y ni una sola prueba que acreditase la existencia los supuestos millones de dólares.
Durante aquel año electoral, el periodista de Clarín firmó otra nota en la que sostenía que ya durante las elecciones presidenciales de 2011 tenía esa información y había decidido no publicarla. «Si en 2011 coincidí que no debían publicarse aquellos datos, creo que en 2015 sí hay que hacerlo. Por un tema ético: pero no por el contexto electoral, sino por el escenario que planteó la muerte del fiscal Alberto Nisman», sostiene en ese artículo Santoro, y promete: «Si la Justicia de EE.UU., luego del exhorto que la Justicia argentina seguramente enviará por esa causa, niega la existencia en el banco Felton (Caimán e Irán no contestarán o darán respuestas políticas) yo me retractaré y le pediré disculpas públicas a Máximo».