Esta tarde, la Comisión de Presupuesto y Hacienda del Senado comenzó el tratamiento del proyecto de declaración que le solicita al Ministerio de Economía que los fondos que le tocan a la Argentina -estimados en 4.350 millones de dólares- correspondientes a la próxima emisión de derechos especiales de giro (DEG) del Fondo Monetario Internacional se apliquen para financiar políticas públicas que apunten a resolver el impacto de la pandemia y no al pago de la deuda por capital, intereses o gastos con el organismo y con el Club de París.
«Lo que estamos previendo es ayudar a nuestro gobierno para que tenga todos los elementos a su favor y que, cuando se siente a negociar, negocie pensando, además de en el equilibrio fiscal, comercial y pagando las deudas, pensando en el equilibrio social», sostuvo el senador Oscar Parrilli, quien, a pesar de no pertenecer a la comisión, expuso los principales ejes por ser el impulsor del proyecto.
«Muchos hablan del equilibrio fiscal y comercial y pocos hablan de garantizar el equilibrio social», prosiguió el senador neuquino, quien cuestionó también a los economistas y operadores que buscan instalar en la opinión pública que se deben pagar los vencimientos.
«Lo que planteamos es que esta medida del FMI [de emitir DEG], que es positiva, no se transforme en algo negativo para nosotros», completó.
El FMI se apresta a emitir en agosto el equivalente en DEG a 650.000 millones de dólares. De acuerdo con la participación de la Argentina en dicho organismo (-0,67 % del total), le correspondería una suma cercana a los 4.350 millones de dólares.
La iniciativa provino del G20 y está basada en la necesidad de dotar de liquidez a las economías más vulnerables del planeta para afrontar los problemas económicos y sociales derivados de la pandemia. El fin es evitar que se vean en la situación de incrementar sus niveles de endeudamiento.
La deuda de Argentina con el FMI alcanza los 57.100 millones de dólares (de los cuales se desembolsaron alrededor de 44.000 millones). Se trató del mayor crédito de la historia otorgado por el organismo financiero. Macri y algunos de sus funcionarios fueron denunciados penalmente por el gobierno por infringir las leyes y normativas que regulan la contratación de la deuda pública y por favorecer la fuga de capitales.
De este modo, para los senadores del Frente de Todos que firmaron el proyecto, destinar los fondos para pagar los vencimientos de deuda previstos para septiembre y diciembre de este año con el FMI «configuraría un grave error económico, social y político, y no se cumpliría con el principal objetivo que dicen tener dichos fondos, ya que a través del pago de deuda el dinero volvería a los países ricos, aumentando la desigualdad e inequidad», remarcó el proyecto.
Salud, reducción de la pobreza, educación, vivienda, generación de trabajo, son algunos de los destinos que sugiere la propuesta legislativa. Y remarca que esto resulta necesario frente al cuadro social que se vive en Argentina por la pandemia.
«Desde el papa hasta Klaus Schwab coinciden en que la situación es gravísima y no hay recuperación de la demanda sin un estímulo fuerte. Se está planteando que los derechos especiales de giro hay que aplicarlos a estimular la demanda y levantar la economía», expuso, a su turno, el senador Jorge Taiana durante el debate virtual.
El propio FMI recomendó a los países ricos y pobres avanzar en impuestos internos más progresivos e, incluso, crear impuestos extraordinarios a las grandes fortunas para destinarlos a afrontar los efectos de la pandemia.
A la vez, existe un debate mundial sobre cuál debe ser el rol de las finanzas internacionales y sus principales instituciones. Y cómo los procesos de endeudamiento, en un contexto pandémico, afectan a los países de ingresos bajos y medios, como la Argentina.
«Debemos seguir pensando que lo fundamental, en estos momentos, no son tanto los equilibrios fiscales o monetarios, sino garantizar el equilibrio social de nuestro pueblo», concluye el proyecto, que quedó listo para ser tratado en el recinto de la Cámara Alta.
