El Gobierno de la provincia de Buenos Aires informó que la gestión de Javier Milei paralizó 16.147 viviendas en todo el territorio bonaerense, muchas de ellas con más del 90 % de avance, en medio de la crisis económica que impacta en el acceso a la vivienda.
«Estas viviendas se realizaron con el impuesto que pagaron todos los argentinos y argentinas y son obras que nosotros no queremos que sean elefantes blancos», expresó la ministra de Hábitat bonaerense, Silvina Batakis, quien además agregó que vienen solicitando al Gobierno nacional buscar las herramientas necesarias para solucionar esta situación, pero hasta el momento no recibieron respuesta ni tampoco los fondos para concluir las obras.
En este marco, Batakis destacó que la provincia de Buenos Aires tiene una ejecución de aproximadamente 8.000 viviendas, «que es un récord», de las cuales el ministerio entregó, en los primeros meses de este año, aproximadamente cuatrocientas.
Asimismo, la ministra anunció avances en la construcción de quinientas nuevas viviendas, con financiamiento del Banco Mundial, en los municipios de Berazategui y San Martín, y destacó el trabajo conjunto realizado con el Organismo Provincial de Integración Socio Urbana (OPISU) para avanzar en más soluciones habitacionales.
«Para nosotros fue un crédito trabajoso, pero estamos muy conformes de la tarea que venimos realizando con ellos para poder hacer estas quinientas viviendas nuevas, que generan mucha esperanza en la población porque hay una necesidad muy fuerte, porque el precio de los alquileres está creciendo muchísimo con este concepto de la libertad».
Según una encuesta realizada por Inquilinos Agrupados, se evidenció que en la provincia de Buenos Aires el valor promedio del alquiler de junio es entre un 41 % y un 52 % mayor en aquellos casos que comenzaron luego de la entrada en vigencia del DNU 70/2023 respecto de quienes lo hicieron antes.
Desde la agrupación compararon los precios antes y después del decreto de Javier Mieli en la provincia de Buenos Aires:
A esta situación se le agregan los aumentos en los servicios de luz, gas y expensas. La ministra explicó que «la macroeconomía actual no permite hoy pensar en créditos hipotecarios», como solución de acceso al hábitat, porque «ha habido una caída del salario muy fuerte. Tenemos el segundo salario más bajo medido en dólares en toda la región, y cuando uno saca un crédito hipotecario por supuesto el salario tiene que dar para pagar las cuotas. Lamentablemente esa situación no permite pensar en esos créditos».
