«Lo que nosotros solicitamos nuevamente es que se apliquen las sanciones que corresponden. Creemos que amerita la expulsión de los diputados que participaron de esta visita, teniendo en cuenta obviamente la situación de aquellos que denuncian y que son engañados para hacerse presentes, pero también solicitamos sanciones a la ministra de Seguridad que estaba al tanto de la situación, que facilitó la situación, y al director del Servicio Penitenciario Federal, Fernando Martínez», expresó el ministro de Gobierno, Carlos Bianco, en conferencia de prensa, luego de que la diputada de La Libertad Avanza Lourdes Arrieta expusiera en sus redes sociales un chat en que muestra cómo se gestionó y organizó la visita al represor Alfredo Astiz y otro grupo de condenados por delitos de lesa humanidad.
En la conferencia de prensa de los lunes, el ministro de Axel Kicillof manifestó que ya venían denunciando esta situación y que a medida que fue pasando el tiempo quedó demostrado: «Nosotros acá habíamos dicho que sospechábamos que había fotos. Aparecieron las fotos de los diputados con los genocidas, se conoció fehacientemente que el objetivo de esas visitas era avanzar en proyectos de ley, en reglamentaciones de decretos que tenían como objetivo otorgar la prisión domiciliaria y tratar directamente a esos genocidas. Se accedió a la información que justamente daba cuenta que Patricia Bullrich estaba al tanto, que el director del Servicio Penitenciario Federal estaba al tanto de la situación y que habían facilitado el ingreso».
En ese momento, Bianco explicó que le solicitaron «a las autoridades de la Cámara de Diputados, a nuestros diputados, que dispongan de las sanciones previstas en el reglamento de la Cámara de Diputados de la Nación», y se le solicitó la «expulsión de los diputados que visitaron a los genocidas», pero «lamentablemente ese pedido no prosperó porque los diputados de la Libertad Avanza, del PRO y de la UCR decidieron no apoyarlo».
«Anoche tuvimos el último capítulo de esta saga que seguramente seguirá durante toda esta semana, en donde la diputada Lourdes Arrieta publicó en un tuit, uno por la mañana y otro por la noche, las distintas conversaciones que tuvieron en un grupo de WhatsApp que se había creado específicamente para llevar adelante estas visitas y para trabajar los proyectos de ley y de reglamentación de los decretos para liberar a los genocidas, para darle prisión domiciliaria a los genocidas. Recordemos que esta diputada también hizo una denuncia penal al presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem, debido a que fue llevada de manera engañada, que no se le había dado toda la información».
En este marco es que desde Provincia volvieron a solicitar sanciones para las y los diputados de La Libertad Avanza, como así también de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, y del director del Servicio Penitenciario Federal, Fernando Martínez, quienes estaban al tanto y facilitaron la visita a los represores.
«Nosotros seguiremos peleando a favor de las políticas de memoria, verdad y justicia», planteó Bianco, y apuntó contra quienes aseguran ser democráticos, que «lleven adelante su tarea de la misma forma en que se autoperciben, democráticamente, y que cuando tienen la responsabilidad de tomar una decisión sobre diputados que llevaron adelante una conducta antidemocrática la sancionen tal y como corresponde, porque es muy fácil autopercibirse democrático, pero después cuando hay que poner el voto en la expulsión o en las sanciones que corresponden, le corren el brazo a la jeringa».
El chat
Este domingo, la diputada de La Libertad Avanza Lourdes Arrieta publicó un hilo en la red social X, en donde reveló cómo se gestó la comitiva legislativa para visitar al represor Alfredo Astiz y otro grupo de condenados por delitos de Lesa Humanidad.
«NO MÁS IMPUNIDAD», comenzó diciendo la publicación de Arrieta. «Como dijo el Presidente Javier Milei, es hora de que se sepa la verdad sobre quién autorizó y cuál era el verdadero motivo de la visita a los Genocidas. Además de contarles el papel que jugó el padre Ravasi y sus links con diputados, abogados y jueces».
La publicación de la legisladora oficialista se da en el marco del debate por su expulsión del bloque, tras presentar una denuncia para que se investigue la visita a los represores, sobre la cual ella acusó que fue llevada de manera engañada. Lo que terminó en un gran cruce con gritos y denuncia por violencia de género hacia su compañero de banca, Nicolás Mayoraz, que hace crujir la interna libertaria.
En los chats que filtró da cuenta de que el padre Javier Olivera Ravasi creó el grupo de WhatsApp para organizar la visita a represores. Las capturas de pantalla demuestran también la complicidad de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, y del director del Servicio Penitenciario Federal, Fernando Martínez. Allí se puede leer que Olivera Ravasi dice que Bullrich habló con Benedit y le aseguró que a los diputados «se les facilitaría el ingreso sin inconvenientes»; y que el propio Martínez da el ok para el ingreso al penal de Ezeiza.
Tras la fuerte denuncia que hizo Arrieta, esta mañana salió a declarar que no va a renunciar a su banca. «Me quieren sancionar por haber ido a una visita institucional y por decir la verdad, que fuimos en carácter de diputados. Hay gente que estaba metida queriendo llevar adelante este tipo de proyecto (para liberar a los represores). No sabemos qué otro tipo de intereses puede haber detrás de todo esto, pero están perjudicando la imagen del presidente Javier Milei», manifestó Arrieta en una entrevista en Radio con Vos.
«Nunca nadie me dijo que íbamos a visitar a Astiz, cada vez que se referían a esta población se referían a presos políticos, veteranos de guerra de Malvinas, veteranos de guerra contra el comunismo. En la misma reunión que tuvimos nunca nadie dijo estoy acá preso por… contaron cuántos años llevaban en prisión y (hablaron) de los Gobiernos que los dejaron allí abandonados».
Para finalizar, la legisladora expresó: «Quiero terminar estos cuatro años legislando para bien; dónde voy a terminar, no lo sé, solamente Dios lo sabe. Lo que siento es que me usaron inclusive para armar el partido de LLA y ahora me quieren echar. Esos movimientos, conspiraciones, eso no se hace, es de cobarde. Y lo que han demostrado últimamente los dirigentes de LLA es que son cobardes».