En una reciente entrevista, el presidente del Estado Plurinacional de Bolivia destituido en reciente golpe de Estado, Evo Morales, señaló que en el libro de la periodista y escritora argentina Stella Calloni, titulado Evo en la mira. CIA y DEA en Bolivia, se encontraban registrados todos los intentos de asesinato en su contra y que allí se podía ver el mecanismo del golpe usado en Bolivia.
Contexto dialogó con Calloni sobre la actual situación de Bolivia, sobre los intentos de asesinato contra el presidente Morales y sobre la reedición de su profunda investigación en la que queda demostrada la articulación de Estados Unidos y los golpistas bolivianos.
¿Cuál es la actual situación de Bolivia?
Ahora vemos que el gobierno de facto en Bolivia pretende llamar a elecciones sin generar las condiciones necesarias para que se puedan llevar adelante, pero es lógico que así sea porque se trata de un golpe de Estado y todo lo manejan en los términos que necesitan los golpistas.
Todo esto se da en un marco de una verdadera cacería, donde el terror se ha vuelto cotidiano, hay desapariciones forzadas y se denuncia que hay personas que fueron detenidas por los militares o por las Fuerzas de Seguridad y luego aparecen asesinadas de formas terribles, o incluso se denuncia que han arrojado personas desde helicópteros.
En esas condiciones es imposible realizar elecciones. Además, si gana el MAS, ¿van a aceptar el triunfo los golpistas?
Los golpistas dicen que son “un gobierno de transición”, pero están nombrando nuevos funcionarios en las embajadas, algo que es totalmente contradictorio con ese discurso.
¿Cuál fue el rol de Washington en este golpe?
El golpe de Estado en Bolivia fue preparado y manejado desde Estados Unidos y desde allí se dan las órdenes. Por eso Washington reconoció tan rápidamente a la autoproclamada Jeanine Áñez como “presidenta legítima”.
En un discurso reciente, Mike Pompeo, el secretario de Estado de Donald Trump, dijo que su país solo va a reconocer a “los gobiernos legítimos”, y eso quiere decir en realidad que solo va a reconocer a los gobiernos que responden a sus intereses, no importa si surgen de la traición, como el de Lenín Moreno, de un fraude, como el de Honduras, o de un golpe de Estado, como el que ahora está en Bolivia.
En su libro usted denunció los intentos de golpes de Estado en Bolivia promovidos por la CIA, la DEA, la USAID y la Embajada de Estados Unidos en coordinación con la derecha reaccionaria de ese país.
En Bolivia siempre hubo una terrible injerencia de Estados Unidos. Esta injerencia fue tan descarada que, hasta que Evo Morales llegó al gobierno, la CIA tenía una oficina instalada en la propia Casa de Gobierno, al lado del despacho presidencial.
Ya cuando Evo Morales era dirigente cocalero intentaron asesinarlo, también cuando fue diputado, cuando fue candidato a presidente e incluso cuando fue presidente. Evo siempre estuvo en la mira de Estados Unidos.
Ahora vemos cómo se repite el mismo tipo de golpe del año 2008, con la participación de los grupos paramilitares de Santa Cruz de la Sierra, la Unión Juvenil Cruceñista y los Cívicos. Todos los grupos que siempre colaboraron con todas las dictaduras de Bolivia.
En 2012 hubo un amotinamiento policial en Bolivia que estaba adelantando ya lo que sería este golpe, porque ahí también actuaron los policías en combinación con los sectores de Santa Cruz de la Sierra. Aquel intento se dio casi al mismo tiempo que sucedía el golpe en Paraguay contra Fernando Lugo.
¿Qué rol jugaron las fundaciones y ONG alineadas con Estados Unidos?
El rol de la NED, de UnoAmérica y de todas estas fundaciones que han invadido América Latina quedó en evidencia en el intento de golpe de Estado de 2008 y en el actual golpe. Eso es parte del modelo con el que se ha manejado el golpismo en la región en todos estos años.
En Evo en la mira. CIA y DEA en Bolivia queda demostrada toda esa estrategia golpista y además se denuncia lo que ha sucedido durante décadas en ese país, donde, antes de la llegada de Evo al gobierno, en Bolivia se vivía un verdadero apartheid, igual al de Sudáfrica, solo que aquí era contra los pueblos originarios.
Toda la región parece estar bajo el asedio de la nueva arremetida de Estados Unidos.
En el continente se está aplicando una especie de Guerra Fría. Una guerra de ocupación, colonial, contrainsurgente y de baja intensidad. Pero una aclaración que es necesario remarcar es que aquí no hay un Cóndor II, esto es mucho más fuerte que esa operación que se realizó durante las dictaduras pasadas. Aquello fue un pacto criminal de las dictaduras regionales coordinado por Estados Unidos con los objetivos concretos de secuestrar, desaparecer y asesinar a líderes muy importantes. Esto es mucho más grande e implica el control absoluto de la región. Es un proyecto de recolonización de todo el continente.
¿Habrá una reedición de tu libro?
Sí, el domingo 8 de diciembre el diario Página/12 sacará una reedición con una introducción en la que se agrega un análisis del actual golpe contra Evo.
