La decisión del titular del Banco Central de la República Argentina (BCRA), Federico Sturzenegger, de elevar la tasa de interés del organismo del 24,75% al 26,25% se apoderó de los principales títulos de diarios durante la jornada de ayer, por su particular similitud con tendencias adoptadas en las gestiones de José Martínez de Hoz y Domingo Cavallo, ambas direccionadas a la financiación del dólar en climas de recesión económica. La intención “oficial” del Gobierno de controlar la escalada inflacionaria con la suba de las tasas generó ruido en el sector productivo y especialistas en economía, quienes vieron allí la profundización del estancamiento del consumo y la productividad que atraviesa hoy la Argentina.
“El objetivo de esto es –teóricamente acorde a una formación ortodoxa como la de Sturzenegger– querer controlar la inflación. Ahora, esta no es una inflación generada en torno a la puja distributiva, como ha sido la razón en otros casos, sino que tiene que ver con monopolios y oligopolios en la comercialización, como es el caso de alimentos y bebidas, y en la producción”, dijo a Contexto el economista Juan Valerdi respecto de la decisión del titular del BCRA, divulgada ayer a nivel nacional.
Juan Valerdi, economista: “Tratar de apagar ese incendio de la inflación con suba de tasas lo único que va a hacer es retroalimentar problemas graves como la recesión».
“Tratar de apagar ese incendio de la inflación con suba de tasas lo único que va a hacer es retroalimentar problemas graves como la recesión. Cuando subís las tasas de interés del Banco Central, automáticamente le das un piso mucho más alto a los bancos para prestar”, agregó el especialista.
Sturzenegger, formado en las corrientes más ortodoxas de Estado Unidos y parte del equipo de trabajo de Domingo Cavallo durante la convertibilidad, está generando, según Valerdi, una “bola de nieve” con lo que debe pagar el BCRA en intereses por las Lebacs y por el clima de recesión vigente en la actualidad. “Todo lo que los bancos no ganen por la caída del consumo lo ganan por los negocios que el Banco Central les está regalando”.
En esta línea, agregó: “Así como le hicieron juicio a Cristina Kirchner, Alejandro Vanoli y Axel Kicillof por la causa dólar futuro, yo diría que se le puede hacer juicio hoy a Sturzenegger por incumplimiento de los deberes de funcionario”, dijo Valerdi, y argumentó: “porque la Carta Orgánica del Banco Central hoy –a diferencia de la época de la convertibilidad– dice que no solamente tiene que cuidar el valor de la moneda, sino que además debe promover la actividad y el empleo. Claramente no lo está haciendo, sino que está promoviendo la estabilidad del dólar y del peso, pero no está cuidando ni el empleo ni la actividad económica que está en recesión”.
Según el economista, la suba de tasas desde “un lugar sin riesgo como es el BCRA” le pone un piso más alto a cuánto le pedirán los bancos a las pymes o cualquier sector productivo para préstamos. “Lo mismo, obviamente, para financiar tarjetas de crédito que, de por sí, siempre están matando a la gente”, añadió Valerdi.
Por su parte, desde los gremios docentes en lucha emitieron un comunicado de alerta y advertencia respecto de los datos revelados esta semana por el INDEC e instaron nuevamente al Ejecutivo de la provincia a discutir paritarias, ahora con las proyecciones oficiales de inflación hacia fin de año.
En el texto, los gremios expresaron: “En 2016 el gobierno planteó que la inflación sería entre un 20 y 25%. El índice inflacionario llegó al 41% anual. Este año proyectaron el aumento inflacionario entre un 12 y 17%. La inflación anual 2017 hoy se estima en más de un 25% anual”. Continúa el comunicado: “La Gobernadora María Eugenia Vidal no quiere comprender ni reconocer que sin el recupero integral de la pérdida del poder adquisitivo salarial 2016, los docentes estaríamos negociando salarios a la baja”.
Asimismo, respecto de la maniobra encarada por Federico Sturzenegger, el ex presidente de la Unión Industrial Argentina, José Ignacio de Mendiguren, expresó que “(la elevación de la tasa de interés) junto al retraso cambiario y el ingreso irrestricto de capitales dan como resultado un país carísimo para producir e imposibilidad de financiación para las pymes y las industrias”.