Durante el kirchnerismo, los medios corporativos y sectores de la oposición, entre ellos y por sobre todo el macrismo, criticaban al Gobierno por su manejo “propagandístico” de los medios públicos. En la actualidad, tras la cortina de “pluralidad de voces” de la que habla el titular del Sistema de Medios Públicos Hernán Lombardi, además de la clara bajada de línea oficial de la agencia Télam, se puede distinguir una cercana sintonía entre su línea editorial y la de los diarios de grandes grupos privados, que también blindan a las gestión de Mauricio Macri.
La agencia Télam fue foco de las noticias en los últimos días por los despidos de dos de sus trabajadores, uno de ellos por haberle hecho una pregunta “incómoda” al jefe de Gobierno porteño Horacio Rodríguez Larreta, en el marco de la cobertura del anuncio de la demolición del edificio “Elefante Blanco”. “Nuestro compañero fue notificado sobre la no renovación de su contrato un día después de consultar al jefe de Gobierno porteño sobre las denuncias por supuestos sobreprecios en los contratos de obra pública”, informó el gremio SiPreBA en un comunicado. La decisión fue ratificada por Hernán Lombardi durante una entrevista en el programa televisivo Indomables, donde dijo que era “lógico” que no se renueve el contrato.
Un posteo en Facebook del periodista Sebastián Lacunza fue tema de nota de algunos medios ayer, donde invitaba a entrar a la página de Télam en publicaciones de contenido político para comprobar que “el ratio de oficialismo suele acercarse a 10/10”
(https://www.facebook.com/sebastianlacunza/posts/1485405421506255).
Como ejemplos, para tomar un tema caliente de la agenda política, ayer en la página de Télam se podía leer a la ministra de Seguridad Patricia Bullrich diciendo que “la discusión política” en torno a la represión policial contra los trabajadores de PepsiCo “no tiene sentido porque fue una orden judicial”, desligando a Vidal y a Macri del hecho. En la misma línea, ayer por la mañana el diario Clarín defendía a ultranza al Gobierno levantando las declaraciones del ministro de Trabajo Jorge Triaca, quien dijo que en PepsiCo se “cumplió con la ley” y que el empleo “ha crecido en los últimos nueve meses”.
El delegado del SiPreBA en Télam, Francisco Basualdo, dijo a Contexto que en la agencia existe “la práctica habitual de reducir la información sobre temas delicados para el Ejecutivo”. El delegado afirmó que en esos casos se pide “hacer sonar las dos campanas”.
“Si por ejemplo hay una imputación de un fiscal a un funcionario del oficialismo, se exige que se consulte al damnificado, lo cual en la práctica es parte del oficio; ahora eso tensiona la función de una agencia de noticias, que debería sacar inmediatamente el dictamen del fiscal y después ampliarlo con un eventual descargo u opinión de la persona damnificada. Si fuera así, no habría que sacar el procesamiento de De Vido, porque no habla con la agencia Télam. Lo que planteamos son ciertos procedimientos que no se cumplen si son funcionarios del Gobierno anterior”, explicó Basualdo.
La ligazón entre los grandes grupos económicos y Cambiemos se ven claros durante el trabajo en la agencia. “Ha llamado el vocero del ingenio Ledesma para poner en cuestión la cobertura sobre la Noche del Apagón y sobre la situación en los ingenios, y así lo han transmitido desde el directorio a un redactor. Esas cosas antes nunca sucedieron, que se le dé cabida a una empresa con el simbologismo que tiene. Eso habla sobre cuáles son las terminaciones nerviosas de quienes manejan la agencia”, dijo Basualdo.
Una trabajadora de la agencia que prefirió guardar su identidad dijo a este medio que en el sector audiovisual de Télam “el cambio de criterio empezó este año” cuando “comenzó a haber un control absoluto sobre lo que se saca y lo que no, sobre los contenidos periodísticos y las cuestiones de aprietes y cambios compulsivos de tareas”.