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“Tienen que apagar la motosierra”: fuerte paro nacional de la CGT contra el ajuste de Milei

Con una alta adhesión en sectores estratégicos, la central obrera realizó su tercer paro general contra el Gobierno. Reclamó contra los despidos, la pérdida salarial y de jubilaciones y la represión a la protesta. El Ejecutivo buscó deslegitimar la huelga con mensajes oficiales y acusaciones a la dirigencia sindical.
REUTERS/Agustin Marcarian

La Confederación General del Trabajo (CGT) calificó el tercer paro general contra la administración de Javier Milei como un “éxito rotundo” por su alta adhesión en sectores estratégicos como transporte, industria, educación, salud y administración pública. En una conferencia de prensa pidieron al Gobierno que cambie su política de ingresos y le enviaron un mensaje: «tienen que apagar la motosierra».

Aunque la medida fue sin movilización, tuvo alto impacto en todo el país. La mayoría de las escuelas, universidades públicas e industrias permanecieron cerradas, al igual que los aeropuertos y las estaciones de tren, los subtes porteños y los taxis del Sindicato de Peones. Asimismo, los hospitales funcionaron con guardias mínimas y la actividad bancaria estuvo paralizada. Otros servicios que adhirieron fueron correo postal público y privado, recolección de residuos y actividad portuaria.

En el caso del transporte, la Unión Tranviarios Automotor no se sumó, por lo que en algunas ciudades los colectivos funcionaron con normalidad. La UTA se amparó en la conciliación obligatoria dictada por el Gobierno, un instrumento que ya se volvió rutina para desactivar cualquier intento de protesta en el transporte.

En conferencia de prensa, el cosecretario de la CGT Héctor Daer, quien estuvo acompañado por los otros dos cosecretarios, Carlos Acuña y Octavio Argüello, aseguró que el tercer paro general contra la política económica del gobierno de Javier Milei  fue «un éxito rotundo»., El gremialista del sector de sanidad destacó que «el movimiento obrero lleva adelante una agenda clara y concreta para que se cambien las políticas de ingresos». En esa línea, añadió: «Por eso, felicitamos a todos los trabajadores que decidieron acompañar al llamado a la huelga de la CGT», completó el dirigente gremial. A su vez, remarcó que “no puede existir una Argentina con precios libres y salarios pisados”.

Los referentes cegetistas remarcaron que las medidas de fuerza comenzaron ayer frente al Congreso, cuando se movilizaron junto con las CTA en apoyo al reclamo que cada miércoles realizan los jubilados. En esta línea, Daer denunció que «la porción de ajuste más grande tiene que ver con los jubilados”. También afirmó que hasta Vaca Muerta estuvo “parada”, y subrayó que el ajuste recae sobre las provincias, la obra pública y las economías regionales. Como conclusión, le envió un mensaje al Gobierno: «Después de este paro, tienen que apagar la motosierra».

Por su parte, la CTA de los Trabajadores sostuvo que el paro nacional tuvo una “masiva adhesión” en todo el país y “demostró fuerte rechazo al ajuste, despidos y el ahogo a las provincias”. 

En tanto, desde la CTA Autónoma, su secretario general, Hugo “Cachorro” Godoy calificó como un “desastre” las consecuencias sociales del ajuste de Milei. «Así como ayer fue contundente la movilización de abrazo solidario a los jubilados y jubiladas, hoy también la clase trabajadora vuelve a expresarse contra este desastre al que nos está llevando el presidente Milei», declaró en diálogo con la AM 750.

La CGT convocó a la medida de fuerza en rechazo al ajuste regresivo y la pérdida acelerada del poder adquisitivo de los trabajadores. Entre los puntos más cuestionados, los gremios mencionaron la eliminación de subsidios a las tarifas, los despidos en los sectores público y privado, el freno a la negociación paritaria en varios sectores y la desregulación del mercado laboral. También reclamaron por aumento de emergencia a los jubilados y un proyecto de actualización del bono, contra la represión a la protesta social, en defensa de la industria nacional, por la obra pública, un plan nacional de empleo, más presupuesto para educación y salud.

Los dos paros anteriores de la CGTA contra Milei, en el primer semestre de 2024, también habían tenido alto acatamiento contra las medidas más fuertes del Gobierno libertario contra el aparato productivo y los derechos laborales. Luego, la central sindical ingresó en un periodo donde se impusieron las posturas más dialoguistas con el Gobierno y menos combativas. Sin embargo, ante la profundización del modelo de ajuste, despidos y destrucción del tejido social, los sectores más combativos hicieron que la CGT adopte un perfil más confrontativo con la medida de fuerza de este jueves 10 de abril.

El Gobierno buscó deslegitimar el paro

Desde la Rosada, el vocero presidencial, Manuel Adorni, estigmatizó la protesta social e intentó bajarle el precio al contundente paro general al calificarlo como parte de «la casta sindical kirchnerista de los Moyano» y consideró que la protesta dejó «sin trabajar» a millones de argentinos. 

Adorni difundió un instructivo donde invitó a la ciudadanía a denunciar telefónicamente si es obligada a no asistir a sus lugares de trabajo. El vocero no hizo mención a los motivos del paro, que responden al empobrecimiento de los sectores trabajadores y jubilados desde que La Libertad Avanza asumió la gestión.

Además, otra de las presiones fueron la difusión de mensajes oficiales en las estaciones de trenes y en la app Mi Argentina donde calificaban a la medida de fuerza como «un paro de la casta sindical» e instaban a «denunciar» a los sindicalistas que «no permitieran» a las personas a su lugar de trabajo.

A pesar de estas críticas, la CGT anticipó que no descarta nuevas medidas si el gobierno no modifica el rumbo económico signado por el ajuste y los despidos.

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