Marcelo Martínez De Giorgi, el mismo juez federal que el año pasado había intentado apresar a la titular de Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, dictó ahora su procesamiento al considerarla “partícipe necesaria” del delito de “defraudación a la Administración pública por administración fraudulenta”, en el marco de la causa “Sueños Compartidos”. También procesó a los hermanos Sergio y Pablo Schoklender, y a los ex funcionarios de Obras Públicas Abel Fatala y José López.
Apenas se enteró de la decisión del magistrado, Hebe grabó un video en el que recuerda que las Madres fueron perseguidas, atacadas y hasta encarceladas desde que comenzaron a reclamar por la aparición de sus hijos secuestrados por el terrorismo de Estado, pero que siempre se mantuvieron firmes, sin renunciar a ninguna lucha.
“Decidimos jugarnos la vida por la libertad, de la misma manera que se la jugaron nuestros hijos, y estamos dispuestas a seguir haciendo lo que hacemos”, dijo, y explicó que la persecución judicial “es el precio que tenemos que pagar por decir lo que decimos y hacer lo que hacemos; por haber dicho que (Mauricio) Macri era nuestro enemigo”.
“Ya conocemos qué es el Poder Judicial. Por algo se llama Poder y no Justicia. Desde ahí no se aplica nunca la Justicia. La Justicia no es para los pueblos. Con estos Gobiernos tenemos claro, muy claro, que ni desde el Poder Judicial ni desde los Parlamentos se solucionan los problemas de los pueblos. Se solucionan en las calles, en las plazas, en los lugares públicos donde nos animamos a decir lo que sentimos”, enfatizó la presidenta de Madres.
Martínez De Giorgi consideró probado que los hermanos Schoklender desviaron más de 206 millones de pesos que había recibido la Fundación Madres de Plaza de Mayo por parte del Estado para el pago de las cargas sociales de los trabajadores que construyeron las viviendas sociales del proyecto “Misión Sueños Compartidos”. Para el juez, “la maniobra fue posible gracias a la utilización del prestigio y la trayectoria que la Asociación Madres de Plaza de Mayo”, y “al infiel desempeño” de López y Fatala, “quienes tenían a cargo la asignación de los recursos”.
En el caso de Hebe, Martínez De Giorgi la procesó alegando que “conocía los desmanejos financieros”, o que “al menos participó de esos quehaceres aprobando los irregulares balances de la institución y autorizando indebidamente la tercerización a la empresa Meldorek S.A.”, a la que se desviaron los fondos.
Sin embargo, el magistrado no tuvo en cuenta que la dirección, administración y control de la ejecución de las obras estaban totalmente a cargo de los Schoklender, ya que –como declaró la propia titular de Madres en la causa– “resulta imposible siquiera pensar que esa estructura podía ser otorgada y manejada por una decena de mujeres de más de ochenta años sin conocimientos específicos al respecto”.
Juan Manuel Morente, abogado de Hebe, remarcó que ellas “ostentan la calidad de deudoras de los montos desviados, por lo que ello es prueba incontestable de que nadie podría intentar perjudicar sus propios intereses, y que la infidelidad y el abuso defraudatorio lo efectuaron los apoderados, junto con otras personas, contra los intereses de las Madres, quienes confiaron la administración y el control del ‘Programa Misión Sueños Compartidos’, especialmente Sergio Schoklender”.
Martínez De Giorgi tampoco le dio mayor importancia a otras pruebas que desvinculan a la presidenta de la Asociación del delito que se le imputa, como las pericias caligráficas realizadas por Gendarmería Nacional que permitieron demostrar que las firmas de Bonafini en los documentos de Meldorek eran apócrifas.
En el video que difundió el lunes, Hebe dijo tener “la conciencia muy tranquila” y pidió que se compare “cómo creció el patrimonio de todos los que estamos en este proceso”. Y por si quedaba alguna duda, añadió que vive “siempre en la misma casa” y que no posee “ni bicicleta”.
“Las Madres tenemos las cosas muy claras, sabemos bien dónde está el enemigo y lo señalamos. Vamos a seguir defendiendo el proyecto nacional y popular, y a nuestros hijos por haberse animado a ser revolucionarios, combatientes que entregaron la vida por la patria. Vamos a seguir denunciando a este Gobierno sádico y ladrón, lo peor que nunca nos pudimos imaginar”, sostuvo, y con ironía le agradeció a Macri por darle “este honor de ser procesada”.
Otras referentes de la Asociación hablaron ayer ante el “nuevo embate del Poder Judicial”. Con sus pañuelos blancos, Visitación de Loyola, Mercedes de Merino, Josefa de Fiore, Evel de Petrini, Elsa de Manzotti y Claudia de San Martín expresaron su respaldo incondicional a Bonafini.
Todas se mostraron orgullosas de tenerla como “compañera y presidenta”. Tras calificarla como “fiel y honrada”, Loyola aseguró que “a donde vaya ella, vamos nosotras”; mientras que Merino agregó: “La vamos a seguir hasta las últimas consecuencias. Ella nos representa, la queremos y estamos seguras de la persona que es”.
“Gracias a Hebe estamos donde estamos, gracias a esa cabeza que ha tenido siempre. La seguimos hasta la muerte”, manifestó Josefina de Fiore.
A su turno, Petrini apuntó contra los hermanos Schoklender. Sin nombrarlos, los llamó “estafadores, traidores y sinvergüenzas”, y aclaró que, al igual que Bonafini, ellas también confiaron “en esa porquería de personas”.
“Ponemos las manos en el fuego por la honorabilidad de Hebe. La pueden dar vuelta de arriba para abajo, buscar arriba, abajo, en el centro, en el costado y ella va a seguir manteniendo su casita, su lugar, su entereza y dignidad. Todas las Madres somos Hebe”, subrayó.
Todos somos Hebe
Desde el momento en que trascendió el procesamiento de Hebe de Bonafini, la Casa de las Madres recibió una enorme cantidad de llamados de solidaridad y preocupación por la nueva embestida político-judicial, legitimada por medios como Clarín y La Nación, cómplices de la última dictadura y el neoliberalismo criminal de Cambiemos.
Muchos otros se acercaron hasta la sede ubicada frente a la Plaza de los dos Congresos, se pronunciaron a través de las redes sociales o por medio de comunicados.
Uno de esos mensajes fue el de la Facultad de Periodismo y Comunicación Social de la Universidad Nacional de La Plata, que abrazó a la luchadora por los derechos humanos “ante la infamia” del juez Martínez De Giorgi.
La unidad académica advirtió que la medida contra Hebe “es parte de la misma persecución política articulada por el Poder Judicial y mediático en nuestro país, que detiene arbitrariamente a Milagro Sala, hostiga sin fundamentos jurídicos a Cristina Fernández de Kirchner y a todxs lxs dirigentxs que no se adoctrinan al discurso hegemónico, que sostiene el ajuste como política de Estado”.
“Hebe es Madre de nuestra democracia y la llama encendida de lxs 30.000 compañerxs. La revancha y el odio la persiguen porque saben que en ella se resume lo que millones creemos y somos. Por esa misma razón, nuestras Madres jamás estarán solas”, señaló la Facultad conducida por Florencia Saintout.
Apoyo del papa
Luego del procesamiento dictado por Martínez De Giorgi, la Asociación Mares de Plaza de Mayo hizo público un intercambio epistolar entre Hebe de Bonafini y el papa Francisco, en el que el Sumo Pontífice expresa su “necesidad de acompañarla”.
La primera carta la envió Hebe el 14 de abril, dos semanas antes del aniversario de la Asociación. Arranca así: “Te escribo para decirte cuánto te necesitamos todos. La estamos pasando muy mal, el país parece una montaña que se cae a pedazos como cuando sucede un terremoto”.
“Sé que no vas a venir, las Madres estamos cumpliendo el 30 de abril 40 años de lucha, sin faltar un solo jueves a la Plaza. 2036 marchas, quedamos muy pocas, pero construimos un puente indestructible entre nuestros hijos y las nuevas generaciones que se tomaron la Patria en serio, así que las Madres moriremos tranquilas porque la lucha y la defensa de la vida están en las mejores manos, ¡la juventud!, que está comprometida con la lucha por los otros y para los otros”, dice antes de despedirse con “un fuerte abrazo” y un “vení que te necesitamos”.
La respuesta desde el Vaticano, fechada el 5 de marzo, fue recibida ayer a través de la Nunciatura Apostólica en Argentina.
Tras agradecerle la carta, el papa escribe a Hebe que “frente al dolor de una madre que pierde a sus hijos de una manera tan cruel y violenta siento un profundo respeto y la necesidad de acompañarla con mi cercanía y oración. Sólo ella sabe lo que es ese sufrimiento”.
“Todavía no hay nada decidido sobre mi viaje a Argentina. Tengo en cuenta tus palabras. Por favor, no te olvides de rezar por mí. Que Jesús te bendiga y la Virgen Santa te cuide”, concluye el papa.