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Tras el rechazo del Senado, Garcia-Mansilla presentó su renuncia a la Corte

A 40 días de ser nombrado a dedo por el Presidente, el Magistrado decidió renunciar a su cargo luego de que la Cámara Alta el bajara el pulgar.

En una carta dirigida al presidente Javier Milei, el juez Manuel Garcia Mansilla presentó su renuncia indeclinable a su puesto en la Corte Suprema de Justicia y criticó a quienes «creen de manera errónea que la Corte Suprema puede funcionar con solo tres jueces» y acuso a los legisladores que dilataron el tratamiento de su pliego de trabajar con una“mera especulación política”.

En una carta de 7 páginas, el magistrado justificó su nombramiento en la Corte «a comisión», es decir por decreto presidencial, alegando que el supremo tribunal necesita ampliar su composición para su correcto funcionamiento. Vale recordar que previo al decreto de Milei, Garcia-Mansilla habia señalado que de ninguna manera aceptaría ser nombrado sin el aval del Congreso. «Acepté ese nombramiento con la convicción de que la falta de integración de la Corte Suprema era un grave problema institucional que requería una solución urgente», argumenta el magistrado.

«Existen quienes creen de manera errónea que la Corte Suprema puede funcionar con solo tres jueces. Esto es, lisa y llanamente, un espejismo institucional que puede causar un daño incluso mayor que el que ya ha causado la demora en integrar el Tribunal. En primer lugar, porque el funcionamiento con conjueces dista de ser el ideal. Se resuelven casos, sí, pero no en la cantidad y el ritmo que exige la Corte. Tampoco con la coherencia técnica con que se lo puede hacer cuando está integrada. A partir de la ilusión de creer que el Tribunal está funcionando con cierta normalidad, se pierde de vista que eso es una mera apariencia y así se acumulan problemas sin resolver. Con el correr de los meses la demora causada por ese funcionamiento irregular afecta en concreto la actividad del Tribunal, y fundamentalmente la vida de nuestros conciudadanos, que ven demorada la resolución de las disputas que someten a su decisión», indicó.

En este punto, siguió enumerando sus motivos por los que decidió aceptar el cargo gracias a Milei. «Al momento de aceptar el nombramiento en comisión, consideré que debía asumir la responsabilidad de colaborar con la inmediata solución a ese grave problema. Mantener un tribunal incompleto, con un riesgo evidente de parálisis, habría sido rehuir de lo que considero una obligación para cualquier abogado. Tampoco sería sensato que, como ya se ha hecho, se siga demorando su integración», sostuvo.

En su lista de excusas, Garcia-Mansilla se refirió a sus dichos previos a su nombramiento, cuando indicó que no hubiera aceptado un nombramiento como los jueces nombrados por Mauricio Macri en 2015. «Cualquier persona intelectualmente honesta sabe que, por un sinfín de razones, la realidad de 2015 no es la misma que la de hoy en 2025», manifestó. «Mediante un recorte intencionalmente tergiversado de lo que contesté en ese momento, intentaron adjudicarme el haber dicho que jamás aceptaría un nombramiento en comisión en la Corte Suprema, sin importar el contexto de ese nombramiento», agregó.

«Nunca afirmé que no aceptaría en ningún caso, o bajo ningún punto de vista, un nombramiento en comisión como juez de la Corte. Nunca asumí ante los senadores presentes ese día un compromiso de no aceptar un nombramiento en comisión, sin importar el contexto en que se diera», se defendió.

En sus criticas a los legisladores, el juez puso el foco en el tratamiento de su pliego, dilatado en 2024 que no logró dictamen en la Comisión de Acuerdos. «La responsabilidad institucional dictaba que debían pronunciarse de inmediato. La única razón por la que no lo hicieron fue, lamentablemente, la mera especulación política», apuntó.

Finalmente, tras el rechazo por parte del Senado el pasado 3 de abril, Garcia Mansilla indicó que no «hay una real consciencia de la dimensión del problema que toda esta desidia institucional ha venido causando en los últimos años», y le tiró flores a Milei. «La decisión que ustedes tomó rompía con ese circulo vicioso. Por eso la acompañé, convencido de la estricta constitucionalidad de la medida y de que había que dar un paso en esa dirección», sostuvo.

Para concluir, el magistrado asegura que la idea de apartarse de su cargo (al que podría quedarse por juridisprudencia previa hasta el 30 de noviembre, asegura) tiene que ver con «hacer todo lo que esté a mi alcance para facilitar que se agicilice el proceso para que se cubran de una buena vez las vacantres que existen en la Corte Suprema».