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Treinta años de lucha por Miguel Bru: «El acompañamiento de todo este tiempo me empoderó»

Postergada de manera excepcional por las inundaciones en La Plata ocurridas el jueves pasado, se realizó este martes la histórica vigilia por Miguel Bru, en el marco de los treinta años de su desaparición. La fecha, marcada por una carga especial al cumplirse tres décadas exactas, encontró una vez más a organizaciones de derechos humanos, estudiantes, docentes y militantes acompañando a Rosa Schinfeld de Bru, madre de Miguel, en la incansable lucha por encontrar justicia.

Una radio abierta, una muestra fotográfica, una muestra de «danza por la Memoria» y la ya icónica instalación de velas fueron el escenario que se desplegó en las inmediaciones de la Comisaría 9na de La Plata, ubicada en la esquina de 5 y 59, lugar donde fue detenido y torturado Miguel, tras ser visto por última vez el 17 de agosto de 1993. 

En este caso, con la excepción de realizar la vigilia el 22 de agosto y no el 17, la noche volvió a tener como protagonista a Rosa Schonfeld, referente indiscutible en la lucha por los derechos humanos y símbolo local de los procesos de memoria, verdad y justicia.

«Él siempre estaba tan desfachatado con la ropa rota, y esta mañana yo pensaba: si hoy estuviera acá, con tal de hacer la contra capaz que estaría bien vestido», dijo Rosa en conversación con Contexto, imaginando a Miguel presente junto a ella, luego de treinta años de la detención por parte de la policía que convirtió al joven estudiante de periodismo en el primer desaparecido en democracia. 

«Hoy este momento me encuentra con mucha fuerza. Esta lucha que arrancó en la Escuela de Periodismo [hoy Facultad de Periodismo y Comunicación Social de la UNLP], sin que yo supiera nada sobre cómo actuar, e ir aprendiendo a lo largo de los años; yo desconocía todo. Por eso hoy estoy fortalecida y empoderada, gracias al acompañamiento de sus amigos y compañeros», indicó Schonfeld respecto de la lucha encarada durante las últimas tres décadas.

«Nuestra única obsesión siempre fue preguntar dónde está Miguel. En todos estos años nosotros nunca quisimos revancha ni pensamos en matar a nadie, no teníamos mensaje de violencia, solamente que alguien nos diga dónde está Miguel», fue el mensaje de Rosa al tomar la palabra en la radio abierta que tuvo lugar durante la vigilia. La jornada contó con el apoyo del Instituto Cultural de la provincia de Buenos Aires, la Subsecretaría de Derechos Humanos de la provincia de Buenos Aires y la Secretaría de Derechos Humanos de la nación. 

Durante el acto central se hicieron presentes madres de otros jóvenes víctimas de la violencia institucional, como es el caso de Ezequiel Demonty. En ese sentido, la madre de Miguel envió un mensaje de solidaridad a todas las personas familiares y allegadas de víctimas de casos de gatillo fácil y violencia policial. 

«Siempre busquen el apoyo de otros, no se queden solos. Hay tanta gente que está sola y necesita del otro y del consejo del otro, aquellos que aprendieron en la lucha por Miguel lo vuelquen en otras familias que estén pasando por las mismas situaciones. La Justicia a veces te cierra la puerta una y otra vez, y uno quiere bajar los brazos. Pero hay que seguir adelante», expresó.


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