Por Rocío Cereijo
Héctor Gay, intendente de Bahía Blanca por Cambiemos, pronunció unas palabras en el marco de un nuevo aniversario de la Revolución de Mayo, donde reprodujo el discurso que las Fuerzas Armadas (FFAA) y sus colaboradores construyeron con el fin de justificar el genocidio de la última dictadura cívico-militar. Cabe destacar que, antes de iniciar su carrera política, Gay fue periodista de la radio bahiense LU2, del grupo mediático propietario del diario La Nueva Provincia (LNP), cuyo director, Vicente Gonzalo Massot, se encuentra imputado por la posible comisión de delitos de lesa humanidad.
“Hay enemigos importantes, de adentro y de afuera: los que responden a intereses personales y, también, los que integran grupos perfectamente organizados, que no tienen patria ni bandera, pero que sí quieren subvertir valores y adueñarse, fundamentalmente, de nuestros ideales y de nuestra juventud”, sostuvo Gay, quien puso en evidencia las similitudes con las publicaciones que el medio local exponía durante la década del setenta en base a los reglamentos de inteligencia militares.
Como ejemplo de estas últimas, el diario bahiense en su nota principal del 24 de marzo de 1976 titulada “Refundar la Patria” sostuvo: “Enemigo es, salvando cualquier duda, el aparato subversivo en todas sus facetas […] Al enemigo es menester destruirlo allí donde se encuentre […] No son palabras, no son ñoñerías verborrágicas las indicadas para hacer frente al enemigo”. Estas últimas palabras tienen preocupantes similitudes con el llamado de Gay a hacerle frente a este “enemigo interno”, dejando de lado la tibieza: “No son tiempos fáciles, pero tampoco son tiempos para tibios”, dijo también el mandatario.
En línea con este artículo de LNP, su editorial del 10 de junio de aquel año decía: “El enemigo sigue en acecho […] La subversión ha dado un paso atrás, manteniéndose expectante. La universidad sigue siendo su presa preferida, en razón a la naturaleza del elemento humano que integra sus cuadros. Por su irreflexión, por su arrojo, por la impunidad que la simpatía popular confiere a la juventud, por su disponibilidad de tiempo libre y por su presunción intelectual, los estudiantes Universitarios son considerados instrumentos valiosos por todos los extremismos. Además, se las ingenian para atraerlos, confundirlos y violentarlos, muchas veces teniendo como aliados a grupos de catedráticos que profesan la misma ideología”.
Acerca del contenido de estos, cabe destacar que la influencia de la Escuela Militar Francesa en las FFAA para llevar a cabo el plan sistemático de desaparición, tortura, apropiación y exterminio se valió de la construcción de un enemigo interno (“delincuente subversivo”, “lacras”, “jóvenes delincuentes”, “marxo-peronistas”, según editoriales y artículos de LNP), de la división del territorio en zonas y áreas, de la tortura como método de obtención de inteligencia, del asesinato clandestino para no dejar huellas, de la reeducación de algunos prisioneros para utilizarlos como agentes propios, entre otros.
El rol de acción psicológica que los medios de comunicación como LNP debían ejercer en el plan criminal no fue casual, sino que estaba establecido en documentos militares como Plan de Capacidades de la Armada Argentina (PLACINTARA); el Plan del Ejército; el reglamento RC-9-1 de “Operaciones contra elementos subversivos”; la Directiva del Comandante en Jefe del Ejército 504/77; el Reglamento RC-16-1 y el RC-5-1, entre otros. Para cumplir con este fin, al igual que lo expuesto por el intendente de Cambiemos, el diario bahiense construyó su discurso mediante la dialéctica “nosotros/ellos”, donde ese “otro” (“grupos perfectamente organizados […] que quieren subvertir valores”, para Gay) era el que había que perseguir y exterminar.
El fiscal ad hoc Miguel Palazzani recordó que “el 6 de julio de 1976 aparece la noticia (casi imperceptible) de la ‘muerte’ de (los obreros) Heinrich y Loyola en La Nueva Provincia. Ese día, el editorial se titula ‘El país sigue en guerra. La moderación con el enemigo no es un síntoma de cordura’. Hoy, el discurso del intendente de Bahía Blanca (empleado de Massot durante décadas) plantea el mismo eje discursivo conceptual: ‘enemigo-tibieza-subversivo’”.
Asimismo, el secretario general de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos de Bahía Blanca, Eduardo Hidalgo, manifestó sobre las declaraciones de Gay: “Estos discursos de la derecha no son nuevos. Este planteo del miedo sin señalar a quién se refiere no es novedoso. El llamado a la unidad (falsa, por supuesto, como el diálogo y el respeto por el otro), hablar de valores para la juventud y destino de grandeza sin fundamentos, mientras ejecutan el vaciamiento y el endeudamiento criminal que todos sabemos, violando derechos humanos básicos, como el trabajo, frente a nuestras narices, son los verdaderos ‘valores’ que ellos promueven y defienden”.