Por Ramiro García Morete
Nos adentramos en el maravilloso mundo de la producción musical. Hoy: Martín Ruiz a.k.a Marte. El joven y talentoso músico que se autodefine como “devoto al sonido y la canción” inicia un promisorio camino a la par de sus propias composiciones y reflexiona sobre el oficio.
1) ¿Qué entendés por producción musical?
Entiendo a la producción musical como una expresión artística y técnica para moldear una idea, composición o concepto y plasmarlo en un material sonoro consumible.
2) ¿Podrías dar tres claves sobre la misma?
Supongo que depende del contexto. Si se comparte con otra persona, creo que el respeto y noción de la estética y objetivo del otro es lo más importante. Y conocer las herramientas para poder llevarlo a cabo, claro.
3) ¿Tenés alguna rutina o metodología de trabajo?
El matecito es clave. Me gusta mucho conocer un poco a la/s persona/s con la que estoy trabajando y saber el mood en el que estamos y a qué vamos a apuntar. Escuchar música y después ir tirando ideas con algún instrumento o en el daw. Y lo demás sale solo.
4) ¿Te reconocés en algún estilo, género o territorio en particular?
La verdad que no. Me copo con cualquier estilo y soy muy esponja. Cualquier cosa que escuche me dan ganas de jugar a recrearlo y me divierte mandarle con cualquier género. Últimamente estoy muy copado con el r&b, soul, “género urbano”, pop electrónico. Full de la mixtura de géneros y jugar a encontrar cosas nuevas.
5) ¿Te acordás de la primera vez que una canción o artista te interesó por algo que fuera más allá de la canción?
Entre otros miles de artistas y canciones, Daft Punk me hizo flashar una banda. Fueron el conector directo entre el hacer música y querer plasmarla en un formato digital. Después me flashó el disco de Dua Lipa “Future Nostalgia”, totalmente increíble desde cualquier punto de vista. Pero personalmente a mí me volvió loco la producción de ese disco, me sumergió en el pop cool.
6) ¿Qué programa o software usas? ¿Por qué?
Uso FL Studio. Arranqué jugando con samples en Ableton, pero en el FL empecé a hacer cosas con amigos y podíamos pasarnos data mutuamente. Es el que aprendí a usar a full y con el que plasmo ideas más rápido y lo amo. Entiendo que no es un estándar en la industria y que dependiendo lo que estés haciendo, hay mejores. Pero la verdad me importa bastante poco. Si el resultado está bueno, a nadie le importa qué estés usando.
7) ¿Cuánto hay de la pre y de la pos en un resultado?
Yo creo que hoy, ambas están muy pegadas, dependiendo el género. Obvio no es lo mismo laburar con una banda de rock, que el proceso previo es mucho más extenso, donde hay que laburar la canción y cada instrumento desde muchos ángulos: los arreglos, el toque, las partes, después pasar por un estudio, grabar y luego la postproducción, después la mezcla, el mastering. Distinto es el género urbano por ejemplo, donde la mayor parte de las veces ni siquiera tenés que pasar por un estudio profesional para grabar. Y creo que por eso se genera algo mucho más dinámico y los procesos se mezclan todos entre sí.
8) Tres productorxs favortixs.
Mauro Cambarieri genio total de la existencia. Mi maestro Jedi. No para de soltar data épica y maneja un abanico de estéticas muy variadas y puede hacer realmente lo que él quiera. Lo admiro mucho.
Ian Kirkpatrick también, super productor. Labura un diseño sonoro zarpado, uno de los productores más creativos del mainstream a mi parecer. Es uno de los productores de “Future Nostalgia”, alta inspiración.
Y actual de Argentina, Evlay también me encanta como produce. Tiene eso de la mixtura de géneros y experimentación, sin salir de lo escuchable y consumible, que llevan a productos súper modernos y variados que me re ceban.
9) Una canción que te guste particularmente por su producción…
“Alright”, de Kendrick Lamar. Pero la versión del videoclip tiene un cambio de beat monstruoso en la intro y estás todo el tema moviendo la cabeza. Alto disco “To pimp a Butterfly”.
10) ¿Hay algún sonido que te guste particularmente y otro que te moleste?
Le suelo encontrar el gustito a cualquier cosa, es difícil que algo no me guste. Lo único que me saca el disfrute musical es cuando hay una incoherencia muy fuerte entre la armonía y la melodía y te das cuenta que no es algo buscado como concepto y simplemente es pegar con moco dos cosas que no tienen correlación. Corte el tema “Candy perreo”, ¿nadie les dijo nada? Igual algo bien hizo, supongo: tiene 100 millones de reproducciones.
