Por Alma Carrasco
“El mejor equipo de los últimos 50 años”. Con esa categórica afirmación, Mauricio Macri definía al grupo que eligió para ocupar los altos cargos durante su gobierno. Las designaciones en los nuevos ministerios, las secretarías y las direcciones llevan la impronta de hombres y mujeres ligados al mercado financiero internacional, a las multinacionales y a los sectores económicos más fuertes del país.
En este contexto, el Ministerio de Comunicaciones nombró el 11 de enero a Clarisa Diana Lifsic como secretaria de Promoción de Inversiones de la cartera a cargo de Oscar Aguad. Los objetivos que se plantea el nuevo espacio son, entre otros, promover inversiones en materia de telecomunicaciones y servicios de comunicación audiovisual, favorecer el acceso a las nuevas tecnologías y articular con diversas instituciones, empresas y entidades. Mediante el decreto 69/2016, en el que el nombramiento se hace retroactivo al 29 de diciembre de 2015, la nueva administración nacional le concedió, una vez más, a los grupos empresarios un lugar estratégico en su seno.
Lifsic desarrolló gran parte de su carrera en el ámbito privado, bajo el ala del dueño del Grupo Irsa. De la mano del grupo, ingresó al Banco Hipotecario (donde el Estado Nacional posee el 65% de las acciones) en 1999 y desempeñó las tareas de directora ejecutiva, vicepresidenta de Recursos Humanos, Presupuesto y Logística, para luego transformarse en la presidenta de la entidad en 2003. Ocupó el puesto máximo durante seis años hasta que en 2009 se retiró envuelta en una polémica por una indemnización que superaba los dos millones de dólares y de la que tuvieron que hacerse cargo los acreedores y accionistas del banco.
Tras su paso por el Hipotecario, volvió a la actividad privada con Axis Sociedad Gerente de Fondos Comunes de Inversión, donde fue socia del actual secretario de Finanzas, Luis Caputo, y del que forman parte muchos de los funcionarios que acompañan a Alfonso Prat-Gay en Hacienda y Finanzas.
La llegada de una mujer reconocida en el mundo de los negocios como colaboradora en una cartera estratégica como es la de Comunicaciones se da en un escenario de políticas de Estado que apuntan a favorecer a sectores empresariales y a los conglomerados mediáticos. El avasallamiento sobre entes autárquicos como AFSCA y AFTIC, el control de ARSAT y Correo Argentino, la libertad de acción que tiene el Grupo Clarín, el silenciamiento de voces y la creciente censura son algunas de las cuestiones que conciernen al ministerio y que ocuparon al gobierno durante su corto pero intenso período a cargo del Ejecutivo Nacional.
Frente a este panorama poco alentador para quienes están ligados al mundo de las comunicaciones en la Argentina, cabe preguntarse cuál será realmente la función que cumplirá Lifsic en su nuevo rol y, por otro lado, quiénes serán los beneficiarios de las inversiones que tendrá que buscar y promover la flamante incorporación del equipo de Aguad.