Cuando la Policía de Néstor Grindetti irrumpió con palos, balas de goma y gas pimienta en las instalaciones de “Cartoneritos”, golpeando y rompiendo todo a su paso, Laura Zaracho le rogó a los uniformados que no le pegaran porque estaba embarazada. No les importó. La agredieron a ella y a otras mujeres. También a los chicos que esperaban la merienda.
Zaracho, que estaba en su tercer mes de gestación, es una de las cocineras del comedor infantil del Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE) en Villa Caraza. Como consecuencia de la represión del jueves pasado, su embarazo comenzó a tener complicaciones y debió ser atendida en el Hospital Penna. Ayer, mientras Mauricio Macri y María Eugenia Vidal se fotografiaban con el intendente de Lanús en el Centro de Comando policial, la mujer perdía a su bebé.
“Lamentable que la respuesta a la barbarie policial sea una palmada en la espalda del presidente y la gobernadora. No es fortaleza, es maldad”, expresó Juan Garbois, dirigente del MTE, a través de su cuenta de Twitter.
Uno de los abogados de esa organización social, Pablo Vicente, dijo a Contexto que en los próximos días ampliarán la denuncia penal contra Grindetti, su secretario de Seguridad, Diego Kravetz, el jefe del Comando de Prevención Comunitaria, Marcelo González, y los efectivos que participaron del ataque al comedor infantil, todos ellos acusados ante el fiscal Pablo Rossi por los delitos de “desaparición forzada de personas y torturas”.
«Ayer, mientras Mauricio Macri y María Eugenia Vidal se fotografiaban con el intendente de Lanús en el Centro de Comando policial, la mujer perdía a su bebé.»
“Rossi ya estaba anoticiado de las pérdidas que sufrió Zaracho por los golpes de la Policía. Hicimos referencia a eso en nuestra presentación y el fiscal solicitó su historia clínica al hospital. Ahora vamos a ampliar la denuncia porque hay un nexo evidente entre la represión y la pérdida del embarazo. Habrá que ver cuál es la calificación legal que corresponde, pero lo que pedimos es la inmediata detención de Grindetti, Kravetz y todos los involucrados”, explicó el letrado.
A pesar de la protesta que los familiares de las víctimas realizaron este lunes, en plena apertura de las sesiones del Concejo Deliberante, y de la masiva movilización del martes en reclamo de justicia, el intendente aún no habló del tema, no ordenó ninguna investigación de oficio, no abrió un solo sumario administrativo y ahora se muestra más impune que nunca gracias a la visita de Macri y Vidal, que con su presencia no hicieron otra cosa que avalar la violencia institucional en el distrito.
Por su parte, el secretario de Seguridad local reconoce haber estado al frente del operativo en Villa Caraza, pero niega la brutalidad policial y mantiene la versión de que ingresaron al comedor persiguiendo a un homicida con pedido de captura.
“Kravetz es un cínico. Lo del homicida es totalmente falso de falsedad absoluta”, sostuvo Vicente, y agregó: “Si alguien entra a ‘Cartoneritos’ no tiene posibilidad de escapar. Allí no entró ningún sospechoso y no hubo ningún pedido de captura. La intención desde un primer momento fue reprimir abiertamente en un comedor infantil por una disputa política que el propio Grindetti mantiene con el MTE. Ese es el único motivo que existe”.
«Habrá que ver cuál es la calificación legal que corresponde, pero lo que pedimos es la inmediata detención de Grindetti, Kravetz y todos los involucrados.”
El abogado explicó que los agentes municipales no sólo reprimieron, sino que además se encargaron de desaparecer y torturar durante cuatro horas a dos hermanos –uno de ellos menor de edad– que habían tratado de impedir el avance policial hacia el lugar donde estaban los chicos esperando su vianda.
“Los meten a ambos dentro de un patrullero y, en lugar de trasladarlos a la comisaría, los llevan hasta un descampado, donde los escupen, los muelen a golpes y les dan patadas en la cara. Luego los vuelven a subir al patrullero y les siguen pegando mientras daban vueltas por Lanús. Cuando llegan a la esquina de la Comisaría 5ª, les tiran gas pimienta dentro del móvil, se bajan todos los policías y cierran herméticamente el vehículo, provocándoles asfixia”, relató Vicente.
Así actúan los uniformados de Grindetti, uno de los dirigentes más oscuros de Cambiemos. Cabe recordar que el año pasado, tras el escándalo de los Panamá Papers, el fiscal federal Patricio Evers lo imputó por enriquecimiento ilícito. Fue a raíz de sus operaciones con sociedades y cuentas offshore no declaradas cuando era ministro de Hacienda de la gestión porteña de Macri.
En su haber también tiene varios procesamientos por malversación de fondos públicos y llegó a estar en la lista de buscados de Interpol por delitos tributarios en Brasil.