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Una textil correntina suspendió a setecientos trabajadores

Fundada en 1949, la empresa textil Tipoiti inició el concurso de acreedores y pidió el preventivo de crisis, mientras el total de sus trabajadores fue suspendido. Desde la Asociación Obrera Textil de Corrientes cuestionaron la apertura de importaciones y “la política nacional de los últimos tres años que afecta al sector”.

Los setecientos trabajadores cobrarán el 70% de sus sueldos en bruto, mientras que mediante el Programa de Recuperación Productiva (REPRO) cobrarán dos cuotas de 4 mil pesos para compensar la pérdida. Sin embargo, temen que, pasado diciembre -lapso de tiempo en que estará cerrada la fábrica-, puedan llegar a ser despedidos.

“Ahora lo único que pudimos hacer es garantizar los salarios. Sabemos que la situación es muy complicada y hay una incertidumbre total”, dijo el secretario de la Asociación Obrera Textil de Corrientes, Raul Esquivel.

«la industria textil está pasando un mal momento debido a la política económica de este gobierno. hay un mensaje de que la fábrica textil no es viable en Argentina. pasa acá y en todo el país”.

Desde la AOT consideraron que “la industria textil está pasando un mal momento”, en base “a la política económica de este gobierno”. En este sentido, Esquivel señaló que “hay un mensaje de que la fábrica textil no es viable en Argentina. Pasa acá y en todos lados en el país”.

La industria textil es la que más se vio afectada por la apertura de las importaciones y la baja del consumo, y sufrió un desplome en agosto. Según el INDEC, la caída fue del 16%, y se utilizó sólo un 53% de su capacidad instalada. En este marco, en los últimos siete meses, según denunciaron desde los principales gremios textiles, se registraron 5 mil pérdidas de puestos laborales.

Esta crisis se ve agudizada no sólo con la caída del consumo y los aumentos en los costos de producción, sino con la apertura indiscriminada de importaciones, en detrimento de la industria nacional. “Tenemos compañeros de cuarenta años de actividad. Esto nunca pasó: nunca en los setenta años de vida paró un día», detalló Esquivel.