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Venezuela: nuevo ataque en el Mercosur

Por Héctor Bernardo

Los cancilleres de Paraguay, Eladio Loizaga, y de Uruguay, Rodolfo Nin Novoa, anunciaron la posible expulsión de Venezuela del Mercosur en el mes de diciembre. Ante las declaraciones de ambas cancillerías, el presidente venezolano, Nicolás Maduro, aseguró: “Nadie va a poder sacar a Venezuela. Si nos sacan por la puerta, nos metemos por la ventana”.

El anunció de los jefes de las diplomacias de Paraguay y Uruguay, quienes ahora se escudan en cuestiones burocráticas para tratar se sancionar al Gobierno de Maduro, se suma a los reiterados ataques que ha sufrido Venezuela en el Mercosur desde que cambiaron los Gobiernos de Argentina y Brasil.

El mandatario argentino, Mauricio Macri, comenzó sus ataques durante la campaña electoral de 2015. Durante los debates previos a la elección presidencial, anunció que pediría la aplicación de sanciones contra el Gobierno de Maduro, y el día que concretó su triunfo subieron al escenario a acompañarlo en su festejo representantes de la oposición venezolana.

En su primer viaje oficial como presidente, en diciembre de 2015, Macri participó de la Cumbre del Mercosur en Asunción del Paraguay. Allí volvió a insistir con sancionar al Gobierno de Nicolás Maduro. El mandatario argentino, que no dudo en denunciar cada vez que pudo que en Venezuela había presos políticos, es el mismo que hoy se niega a cumplir la resolución de Naciones Unidas que indica que la dirigente y parlamentaria del Mercorsur, Milagro Sala, es una presa política, que su detención es arbitraria y que debe ser liberada de inmediato.

En esta estrategia de ataques permanentes contra Venezuela, el presidente argentino encontró rápidamente algunos aliados clave dentro y fuera del Mercosur. Tras concretarse el golpe parlamentario en Brasil, el golpista Michel Temer se alineó rápidamente con la posición del mandatario argentino. No es un detalle menor que los cables revelados por WikiLeaks dejaron al descubierto la estrecha relación de Temer y Macri con las respectivas embajadas de Estados Unidos en sus países.

Cabe recordar que, ante el golpe parlamentario contra Dilma Rousseff, el Mercosur no tomó ninguna medida para sancionar a Brasil. Tampoco las ha tomado contra el Gobierno de Macri por no cumplir la resolución de la ONU y negarse a liberar a Milagro Sala.

El ataque a Venezuela en el Mercosur es sólo una jugada más del imperio contra el Gobierno de Maduro. Macri y Temer son una pieza más dentro de una gran trama, que incluye, por ejemplo, al secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro.

Ante la nueva agresión, la respuesta de la canciller venezolana, Delcy Rodríguez fue concreta: “Venezuela ni se va ni la expulsan de Mercosur. Jamás aceptaremos agresiones de esta naturaleza contra nuestra Patria. ¡Venezuela se respeta!”.

“Venezuela supera en eficiencia normativa a aquellos Estados que tienen incluso veinticinco años en el Mercosur”, aseguró la diplomática. Gran parte del futuro de la región depende del futuro de Venezuela. La derecha lo sabe y apuntó todos sus cañones en esa dirección.