Por Alejandro Palladino
El Gobierno provincial de María Eugenia Vidal descontó parte del sueldo a 248 trabajadores del Ministerio de Desarrollo Social, enrolados en su mayoría en ATE. Las rebajas van desde los 350 pesos hasta los 2.200. La decisión es por los cinco días de paro que llevaron a cabo los trabajadores en el mes de marzo como respuesta al cierre de paritarias de Vidal tras ofrecer un 15% de recomposición salarial, rechazado por el sindicato provincial.
Hasta el momento, ningún funcionario del ministro Santiago López Medrano atendió los reclamos de los trabajadores, que ayer hicieron retención de tareas en la puerta de las oficinas durante el horario habitual como medida de protesta. Los descuentos, informaron desde ATE a este medio, fueron implementados de manera arbitraria por la administración. A pesar de que la gran mayoría adhirió a los cinco días de paro, la porción del salario que quitó el Estado varía entre 350 y 2.200 pesos –con un promedio de sueldos de 8.500 pesos–, sin que eso tenga relación con la cantidad de días que cada trabajador utilizó como medida de fuerza.
Incluso, algunos no sufrieron los descuentos a pesar de haber hecho paro. “Además de acallarnos, esta medida busca dividirnos y enfrentarnos entre los trabajadores”, dijo a Contexto Lorena Timko, delegada general de ATE.
Descontar la gran parte del sueldo, una recurrencia de Vidal
Además de los trabajadores del Ministerio de Desarrollo Social, los más de 65 mil auxiliares de escuelas públicas vivieron una situación similar cuando fueron a cobrar sus sueldos el mes anterior. Como medida disciplinadora de la protesta social, Vidal llegó a descontarles hasta el 80%.
Así fue el caso de Yolanda Mercedes (60), auxiliar de la escuela pública especial 506 de Mar del Plata, quien sufrió un infarto cuando se enteró, al ir a cobrar, que le habían descontado 6.000 pesos y le pagaron menos de cien. No se había adherido a ningún paro de su gremio, SOEME, también en conflicto con Vidal por las paritarias.
Un caso semejante es el de Melisa Bogarin (30), quien trabajaba desde hacía ocho años en el área de Comunicación del Programa Prohuerta de Las Breñas, que dependía del INTA, en Chaco. En medio de una reunión por la permanencia de su trabajo, a principios de abril, y luego de que el Estado nacional despidió a su esposo de la Secretaría de Agricultura Familiar, con quien tenía una hija de un año, le notificaron que su contrato tendría sólo tres meses más. En ese estado de situación, se descompuso y murió camino al hospital.
Consultado por un periodista de una radio de La Plata para hacer una reflexión sobre la muerte de la portera marplatense, en una conferencia de prensa, Macri, dando cuenta de su lejanía con respecto a las adversas condiciones que afrontan los trabajadores del país, respondió: “Te la debo, porque no estoy en tema”.