En el segundo encuentro paritario realizado en el Ministerio de Economía, el gobierno de María Eugenia Vidal volvió a hacer un ofrecimiento por debajo de las expectativas de los docentes: repitió la propuesta de un 15% en tres cuotas trimestrales y sin cláusula gatillo. El Frente de Unidad Docente (FUD) la rechazó de plano porque significa una “pérdida del poder adquisitivo” y reclamó una suba superior al 20%, cifra que se condice con la proyección inflacionaria de consultoras privadas.
Las únicas modificaciones que presentaron ayer los ministros de Economía (Hernán Lacunza), Educación (Gabriel Sánchez Zinny) y Trabajo (Marcelo Villegas), con respecto a la propuesta de la semana pasada, vinieron por el lado del presentismo: $6.000 para quienes no falten nunca durante 2018, $4.500 para quienes se ausenten hasta cuatro veces y $3.000 para quienes falten ocho veces.
El titular de Suteba, Roberto Baradel, tras la reunión definió la propuesta como “perversa”, porque “se está castigando a los docentes con enfermedades crónicas o a quienes tienen que faltar para cuidar a su hijo o porque se enfermaron”. Agregó que “no están dispuestos a discutirla”, y que esperan que en el próximo llamado los funcionarios rompan el techo salarial que fijó la Casa Rosada para las paritarias.
La cuestión del presentismo, carta con la que juega la gobernadora, despertó un hondo malestar en los gremialistas. Baradel dijo que significan sólo $500 por mes, en el mejor de los casos, sin tener ausencias. “Es una práctica desleal y antisindical”, afirmó.
Mirta Petrocini, titular de la Federación de Docentes Bonaerenses (FEB), apuntó a otro aspecto crucial que divide aguas en la paritaria y que los docentes no piensan dar por perdida: la cláusula gatillo para no perder poder adquisitivo en caso de que la inflación supere la suba salarial. “Si los gobiernos están tan seguros de que esta es la proyección (inflacionaria) que va a ser inalterable, ¿qué temor tienen de activar la cláusula gatillo?”, cuestionó.
“Si los gobiernos están tan seguros de que esta es la proyección (inflacionaria) que va a ser inalterable, ¿qué temor tienen de activar la cláusula gatillo?”, Petrocini.
Sobre la propuesta salarial concreta, Petrocini dijo que “este incremento salarial estaría llevando el salario inicial al mes de septiembre a los $14.300, cuando hoy la canasta básica está en $17.000”.
La gremialista confirmó que habrá un próximo encuentro el martes, y que por ahora los gremios no tienen previsto hacer paros y seguirán abiertos al diálogo.
Por su parte Miguel Díaz, del Udocba, reafirmó que hay tres elementos que los docentes no están dispuestos a resignar de ninguna forma: cláusula gatillo, incorporación de las cifras que no están en el básico y un aumento para salir de la pobreza. “La gobernadora tiene toda la posibilidad de modificar esto, no creemos el mismo escenario que el año pasado donde hubo un conflicto casi interminable. Tiene dinero, herramientas, presupuesto y la voluntad de los trabajadores”, sostuvo Díaz.
La postura de los docentes es firme y argumentan que Vidal tiene el dinero pero no la predisposición, teniendo en cuenta que la provincia salió favorecida con el pacto fiscal con la nación, que le garantizará 40 mil millones de pesos.
Las escuelas que cerró Vidal
Roberto Baradel llegó cerca de las seis de la tarde al Ministerio de Economía, cuando la reunión paritaria estaba pactada para las cinco. El motivo del retraso fue que acompañó, en nombre del FUD, a los alumnos, familiares, docentes y auxiliares de las escuelas de las islas del Delta en San Fernando que tuvieron una reunión con el titular de la Dirección General de Cultura y Educación para rever el cierre de las diez escuelas y jardines.
“No hay ninguna justificación para cerrar las escuelas. Esto perjudica a los alumnos, a los docentes y auxiliares”, dijo Baradel. “No pueden considerar a los chicos como un número, tienen que actuar con razonabilidad”, añadió.
“No hay ninguna justificación para cerrar las ESCUELAS. esto perjudica a los alumnos, a los docentes y auxiliares. No pueden considerar a los chicos como un número, tienen que actuar con razonabilidad”, Baradel.
Hoy por la mañana, los familiares y docentes tendrán una nueva reunión con autoridades de la DGCyE, en la que esperan tener novedades concretas sobre el futuro de sus escuelas.
Para la comunidad educativa de las escuelas y jardines, la relocalización de los alumnos en otras escuelas alejadas de donde viven implica aislar a las comunidades, generar grandes dificultades para que los chicos puedan trasladarse a las instituciones y romper los lazos que tienen los lugareños entre sí.
Los cierres de instituciones educativas continuaron ayer, cuandos se hizo público que la provincia clausurará 39 escuelas rurales. El gobierno justificó la medida aduciendo que será una “reconversión” de las escuelas en centros de formación de oficios o capacitación, ya que a esas escuelas asisten pocos alumnos, aunque aquellos que sí lo hacen, que se estima son ochenta, quedarán excluidos del sistema educativo.
Al ser relocalizados en otras instituciones, estos alumnos pueden dejar la escuela de todas formas, ya que se encontrarán con las dificultades materiales al trasladarse.
En paralelo, el bloque de diputados del FpV presentó un pedido de informes en la Legislatura para que la gobernadora dé explicaciones.
Las 39 escuelas están distribuidas en distintas localidades bonaerenses: Chascomús, Lincoln, Junín, Balcarce, Pehuajó, Bolívar, General Viamonte y Tres Arroyos son algunas de ellas.