En lo que podría ser una de sus últimas acciones como diputada oficialista, tras las polémicas de la semana pasada, Lourdes Arrieta decidió sacar a la luz los chats del grupo de WhatsApp en los que se organizó la comitiva que visitó a genocidas condenados por delitos de lesa humanidad. En estos aparecen involucrados más diputados de La Libertad Avanza y una mención a la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich. En una entrevista, también lanzó duras criticas al presidente la Cámara, Martín Menem.
Arrieta, una de las seis diputadas que visitó en la cárcel a represores de la última dictadura cívico-militar y que afirma desconocer de quiénes se trataba. Publicó en su red social X para que «se sepa la verdad sobre quién autorizó y cuál era el verdadero motivo de la visita a los Genocidas». Las capturas de pantalla pertenecen a un grupo de WhatsApp creado por el sacerdote Javier Olivera Ravasi, del que forman parte los involucrados en la foto (Beltrán Benedit, Lourdes Arrieta, Alida Ferreyra, Guillermo Montenegro, Rocío Bonacci y María Fernanda Araujo) pero también los diputados Carlos Zapata, Lilia Lemoine, María Emilia Orozco, Gerardo Huesen, María Celeste Ponce, Santiago Saturio, María Fernanda Araujo, Alberto Arancibia, entre otros.
Otros nombres que se incorporan son los de «especialistas» que van siendo sumados al grupo por el cura. Entre ellos aparecen el del excamarista Eduard Riggi y los abogados Ricardo Saint Jean, Laura Olea, Maximiliano Frola y Enrique Munilla Lacasa, quienes serían los autores de los proyectos para liberar a los represores.
En el grupo, Ravasi, que oficia de organizador y orador principal, informa que «Beltrán Benedit habló con Patricia Bullrich para que quieres deseen sumarse» a las visitas a los «presos políticos» se «les facilite el ingreso sin inconvenientes». En este punto, el cura involucra directamente a la ministra de Seguridad, quien en su momento se desligó del tema, y posteriormente es el propio Benedit quien afirma haber dialogado al respecto con el director del Servicio Penitenciario Federal, Fernando Martínez.
Luego del encuentro, Arrieta es agregada a otro grupo titulado «Visita», en el que se discute cómo comunicar la reunión. «Me pidieron del ejecutivo que no saquemos el comunicado y no hablemos con la prensa, los van a llamar a cada uno», dice el diputado Guillermo Montenegro, a lo que Benedit responde «que papanatas». «Acabo de hablar con Shariff [Menem, mano derecha de Martín Menem en el Congreso] que me llamo e insistí que se apruebe la publicación y cerremos el tema. Está en eso», agrega.
Previamente, en otro grupo, Alida Ferreyra había informado que elaboraron «un comunicado los que fuimos el jueves y desde el ejecutivo no nos autorizan a publicar». En su hilo, Arrieta asegura que esto es «otro dato revelador que demuestra a las claras que esto NO ES LA AGENDA DE JAVIER MILEI, y lo exculpa de toda duda».
En los chats también se lee a Benedit cargando contra el Gobierno: «un ejecutivo al que le tiembla el pulso para permitirnos sacar un comunicado…».
Arrieta, durante todo su hilo, intenta desligar a Milei. «Claramente, estos diputados tienen otra agenda, y no reparan en tildar al pte. de blando por temblarle el puso al no imponer la agenda que ellos proponen. Entonces ¿a quién responden? Si admiten que el Ejecutivo los frenó, ¿quién es su líder político?», cuestionó.
«Se vive un régimen verticalista totalitario«
Tras dar a conocer estos tuits, la diputada mendocina (que todo indica que será expulsada mañana de su bloque) afirmó que no renunciará a su cargo y que la «usaron» para crear el partido en su provincia y que ahora la quieren «echar», pero que se va «con la frente en alto».
En una entrevista a Radio Con Vos, Arrieta volvió a afirmar que no sabía a quiénes estaba yendo a visitar y alegó, nuevamente, que se trató de algo que en la Cámara dirigida por Martín Menem se sabía. «Me quieren sancionar por haber ido a una visita institucional y por decir la verdad, que fuimos en carácter de diputados. Hay gente que estaba metida queriendo llevar adelante este tipo de proyecto [para liberar a los represores]. No sabemos qué otro tipo de intereses puede haber detrás de todo esto, pero están perjudicando la imagen del presidente Javier Milei», sostuvo.
«A mí me suben a una combi de la Cámara de Diputados y ahora resulta que dicen, ‘ay, no, se mandaron solos, no es la agenda del bloque ni del presidente…’. Los jefes que llevan adelante esta organización deberían tener más organización. Si decían ‘si quieren ir vayan por su cuenta’, yo hubiera acatado las órdenes porque soy una persona orgánica, creo en el presidente y en este proyecto», agregó.
Al igual que durante su hilo, en la entrevista Arrieta buscó desligar a Milei. «Yo sé que Javier no tiene nada que ver en todo esto, es alguien que le está jugando una mala pasada y que desde adentro está tratando de desestabilizar su Gobierno», sostuvo sin dar nombres.
En ese sentido, se refirió a la dinámica de su bloque. «Se vive un régimen verticalista totalitario que no podés opinar distinto. Tenes que votar esto, no podés decir nada, no hay un diálogo con el presidente del bloque ni con el de la Cámara de Diputados», explicó.
Asimismo, la diputada mendocina se refirió al escándalo que se desató en la reunión de bloque de la semana pasada que terminó con ella yéndose y denunciando violencia por parte de su compañero de bloque. En ese punto, sostuvo que el presidente de la Cámara la «ninguneó» y habló de «putitas».
«Cuando tuve esa crisis, porque soy un ser humano que se sacó, nadie se acercó para tranquilizarme», ni siquiera «Martín Menem, que en vez de levantarse y preguntarme cómo estaba, lo primero que dijo que ‘era momento de no ser tibios y de no venderse como putitas’. No sé a lo que se quiso referir, pero luego continuaron hablando y pidiendo que me expulsaran», contó.